Kobane. Ayn-el-Arab.
I parte.
Kobane es una población del norte de Siria en la frontera
con Turquía, habitada mayoritariamente por Kurdos, nacida al amparo de la
estación de ferrocarril que la compañía alemana Koban Railway Company construyó en 1912 como
parte de la línea férrea que intentaría unir Berlín con Bagdad, con la
intención de tener acceso al puerto de Basora, atravesando el otrora Imperio
Otomano, por lo que hoy son al menos hasta ahora, Turquía, Siria e Irak.
Quedando la ciudad dividida entre dos países, Kobane en el lado Sirio y
Murtsipinar en Turquía. La Primera
Guerra Mundial, acabaría con ese proyecto al igual que lo hace con el Imperio
Otomano desmembrándolo en los actuales países del Oriente Próximo en el que las
fronteras surgen no como una continuidad de pueblos históricos si no a través
del reparto que hacen las potencias aliadas vencedoras con el Imperio Británico
a la cabeza. En este reparto el pueblo Kurdo ni siquiera es contemplado, esta
disposición da lugar a los países conocidos que gravitan entre dos pensamientos
o ramas del Islam (Chii y Sunní) enfrentadas entre sí, siempre al socaire de
las más cercanas al pensamiento religioso y lejos del otrora laicismo del
Imperio Otomano. Como advierto no se
contemplan las otras etnias o grupos religiosos distintos (Kurdos, cristianos e
incluso no religiosos o politeístas). Este reparto ficticio deja en manos de
monarquías débiles el poder con lo que el Imperio Británico es el árbitro de la
zona. Algo que cambiaría con la Segunda Guerra Mundial, y la obligada
independencia que se establece en los diferentes tratados entre las potencias
aliadas vencedoras del nazismo alemán. Entra en juego una potencia actora que no
había estado presente en el reparto posterior a la Primera Guerra Mundial, la extinta URSS. Recién terminada la Guerra Mundial, se
establece una enemistad entre las potencias occidentales con Estados Unidos a
la cabeza y la Unión Soviética, que continuará hasta la caída del muro de
Berlín en 1989, eso no termina con los problemas de la zona, que habían venido alimentándose
por el control del petróleo y la situación estratégica en la geopolítica
mundial durante todos estos años de la llamada Guerra Fría y trasladada a otros
lugares del Planeta y que todavía se hallan inmersos en el llamado teatro
diplomático y de control del poder del orden mundial. No voy a hablar de Asia,
pero también tiene una gran influencia la emergencia de la poderosa China
post-comunista.
Hay una máxima, errónea a mi entender, que es aquella de que
el enemigo de mi enemigo es mi amigo, y apoyado en ella Occidente quiere combatir
en aquella guerra llamada Fría por medio de partes interpuestas, surge así el apoyo
a los grupos insurgentes en Afganistán
para combatir al gobierno pro-soviético de la llamada entonces República
democrática de Afganistán. Una guerrilla islámica fanatizada en el mayor de los
extremismos religiosos, comenzando una guerra civil que dura hasta nuestros
días y que hoy mismo sigue en una lucha encarnizada. Y que sirve de apoyo tanto ideológico como
moral a los que consideramos sus sucesores, AL Qaeda y el mal llamado Estado
Islámico. Estas dos facciones que quieren liderar el extremismo religioso y se
muestran con una crueldad exagerada con los suyos y con los ajenos, utiliza el
terror desde cualquiera de sus manifestaciones para imponer una ley que nos
horroriza, pero que a tenor de los argumentos que exhibo han tenido en
Occidente y en las monarquías del Golfo Pérsico sus mayores valedores, los
monstruos que uno cría acaban revolviéndose contra quien los amamantó.
En 1979 cae el Irán del Sha, siendo sustituido por un estado
religioso imbuido de una ultra ortodoxia
que en principio también fue si no alimentada si consentida por occidente, el
Ayatolah Jomeini primer dirigente de ella, estuvo exiliado en París, hasta la
Revolución en Irán y ya vimos los que tenemos edad que consecuencias trajo para
Occidente, empezando por el secuestro y asesinato de ciudadanos estadounidenses
y judíos, el Irán de los Ayatolahs se declara enemigo del estado de Israel y se
pone como una de sus metas la destrucción del mismo. No voy a entrar en esta
explicación a juzgar al Estado de Israel, primero porque tengo gran simpatía
por el pueblo judío, quizá por mis venas corra sangre sefardita, así como
musulmana y cristiana, aunque mi religión sea la católica por bautismo. Segundo
porque aunque es una potencia en la zona que está subyugando al pueblo
palestino, recientemente reconocido por la ONU, es no un actor secundario pero sí un firme
aliado de occidente y por lo tanto una parte del problema y de la solución si
la ceguera de sus gobernantes no lo impidiera.
Volviendo al Irán de los Ayatolhas y sus vecinos Irak y Siria,
aun cuando no tiene frontera con esta última si ha sido y sigue siendo su
aliada, enemistados con Turcos e Iraquíes, Ya en 1980 Irak e Irán se enfrentan en
una guerra de unas proporciones exageradamente crueles, la peor parte se la
lleva Irán y sus mujaidines, en la ofensiva de Chat el Arab, el ejército Iraní
sufre en un solo día la pérdida de más de 55.000 combatientes ya que el
ejército Iraquí de Shadam Husseín poseía armas químicas, vendidas por
Occidente. Después la posesión de esas armas y la ocupación del estado de
Kuwait, nada democrático y misógino a más no poder, sería la excusa para la
llamada Primera Guerra del Golfo, en 1991. De consecuencias conocidas.
En este caldo de cultivo se fueron gestando las ideologías
fanáticas de daesh y otros grupos que hoy nos aterran y que tuvieron un punto
álgido con los atentados a la Torres Gemelas de Nueva York y que dieron lugar a
la Segunda Guerra del Golfo, con la destrucción del estado de Irak y la muerte del
gobernante Shadam Husseín, guerra que ha costado la vida de varios cientos de
miles de personas de uno y otro lugar. Occidentales, orientales. Mujeres,
niños, ancianos, soldados, no soldados, Kurdos, Cristianos, musulmanes, amén
del expolio de vestigios culturales de la historia de la humanidad que jamás
seremos capaces de recuperar.
Al retirarse en estos últimos años las tropas Occidentales
Irak sufre un desmembramiento entre sunníes y chiíes, que dan lugar al llamado
Estado Islámico de Levante, auspiciado también por la guerra que se precipita
en Siria en las que combaten múltiples facciones enfrentadas y enemigas entre
sí. Consecuencia también de la llamada primavera árabe en la que las partes no
están claras, hay quienes pretendían unos estados democráticos y quienes vieron
la oportunidad de acentuar el fanatismo religioso más extremo, hasta los
religiosos moderados. Occidente toma partido y de nuevo se equivoca, a
sabiendas o por ingenuidad con lo que la fiera sigue siendo alimentada.
En el norte de Irak y en algunas ciudades sirias se alza el
Estado Islámico ya nombrado, en su expansión es capaz de llegar a las puertas
de Bagdad y ante un ejército irakí
desmoralizado se muestra como una máquina de guerra casi invencible, toma entre
otras la ciudad de Kirkuk y se adueña de los campos petrolíferos y gracias a la
venta en los mercados negros del petróleo y la financiación de algunos países
del Golfo Pérsico que por un lado los combaten y por otros los financian, logra
hacerse con el control de una parte importante de Irak y Siria. Sus métodos ya
son del todo conocidos, la extrema crueldad sin que importen las vidas propias
o ajenas, la tortura, el atentado suicida, la esclavitud de los pueblos y sobre
todo de las mujeres y una exacerbación religiosa que llega hasta el paroxismo
más fanático y feroz. Sus objetivos establecer en todo el Mundo un Estado
Islámico basado en sus propias convicciones religiosas extremas.
En su expansión quieren llegar hasta la frontera con Turquía
y aquí chocan, ya lo habían hecho en otros lugares con la resistencia del
pueblo Kurdo, al que Occidente tan mal ha tratado, siendo uno de los pueblos
que con más astucia e inteligencia ha luchado por su libertad y en contra de su
exterminio que ha sido buscado por incluso Turquia, ya que en su territorio
viven varios millones de Kurodos que han sido tachados de terroristas y es
posible que algunos de sus métodos lo hayan sido.
En este avance de DAESH, se encuentran que han de tomar la
ciudad de Kobane, que está defendida por las YPG e YPJ, formaciones de defensa
unidas del pueblo, la primera de ellas con una organización patriarcal y aunque
laica muy tradicionalista y que sitúa a la mujer en segundo plano y la segunda
en la que la mujer kurda también lucha
por sus derechos en igualdad con los hombres, en igualdad han combatido y
muerto por la libertad de su pueblo y por la nuestra propia.
Enrique Sabaté.