domingo, 24 de julio de 2016

Escribir después de tanto tiempo.

No pretendo ser original, tampoco estar a la última, ni ser atemporal en lo que escribo, todo eso me da igual, en realidad ni siquiera tengo ganas de escribir, a fuer de ser sincero debería confirmar que no sé que escribir y aún diría más no sé escribir, se juntar palabras una tras otra, no sé contar una historia con ellas, no puedo construir mundos fantásticos, ni conformar una realidad plausible, tampoco tengo muchas ganas de pensar.
En este tiempo, ha vuelto a haber atentados terroristas en tantos lugares que ya lo tenemos asumido, no por ello deja de horrorizarnos, pero ha sido una sensación cercana a la fatalidad, ya nos ha tocado a la puerta, en nuestras ciudades, se ha combatido al monstruo en su territorio, mas el monstruo se revuelve y con sus múltiples tentáculos llega hasta nosotros.
Nos podrá parecer increíble, que haya seres humanos que sacrifiquen su vida asesinado alevosamente a otras personas, y todo ello en nombre de una religión que tiene a un Dios que se nombra como el compasivo, el misericordioso. Y los fanáticos matan en su nombre. Por eso no tengo ganas de escribir, no cambia nada, el monstruo ha sido vencido en muchos lugares, castigado en sus feudos, ha retrasado sus posesiones territoriales, ha abandonado ciudades, pero sigue golpeando, sigue teniendo armas, se sigue financiando, continúa teniendo apoyos y lo que es peor, es capaz de convencer a personas que han vivido en países donde la Libertad es un bien del que se goza como un derecho, y estos individuos son captados con una idea de rencor y odio, y no todos ellos son desarraigados o desheredados del sistema, muchos han estudiado, son profesionales con cierto éxito, otros han pasado por la delincuencia más próxima al lumpen y al nihilismo.
Entonces, ¿cómo explicarnos esta desambiguación?